El hereje de Miguel Delibes- una mirada al luteranismo español y el Santo Oficio de la Inquisición

¡Hola Rinconeros! En una lista de las diez mejores novelas históricas encontré el título El hereje de Miguel Delibes (1998) y no pude resistir las ganas de leerlo. Comenzó mi búsqueda para comprarlo y me lo vendió una biblioteca de Francia. Como ven esta Jornada literaria empezó con mucho caché…

El hereje ganó el Premio Nacional de Narrativa en 1999 y cuenta la historia de Cipriano Salcedo, comerciante rico de Valladolid nacido en 1517. Cipriano nació para martir porque desde que salió del vientre lo rodearon tragedias. Su madre murió de fiebre puerperina, su Padre nunca lo quizo por considerarlo un patricida internándolo en un colegio de niños expósitos, y en el amor nunca tuvo suerte.

1517 será también el año en que Lutero da a conocer su tesis sobre las indulgencias iniciando así la Reforma protestante. Es por eso que este libro abarca mucho más que la vida de Cipriano, al final será un tratado histórico de un siglo de profundos cambios mundiales que se reflejan en España. Veremos como va cambiando Valladolid de un entorno rupestre y agrícola para convertirse en una gran ciudad comerciante donde se instalan muchos nobles y ricos. Hay personajes que fueron a la conquista de Perú y luego vuelven con dinero a comprar fincas y ovejas. Otros personajes visten calzas y ropas a la moda de los países bajos ya que eran tiempos del Emperador Carlos V.

Me llamó mucho la atención conocer sobre los luteranos en España. Nunca supe que los hubo precisamente porque los quemaban. En la página 336 Doña Catalina Ortega dice que el número de luteranos en España sobrepasa los seis mil y que el propio Rey veía con simpatía el movimiento reformista. Es cierto que al principio en España apoyaban las ideas de Erasmo de Rotterdam, pero luego los teologos se inclinaron más por la doctrina romana.

Delibes provee amplia información sobre el movimiento luterano: sus reuniones clandestinas, la lectura y adquisición de libros prohíbidos, ideas revolucionarias como la confesión directa con Dios, el hecho de que no es necesario hacer la caridad y buenas obras porque Cristo ya se sacrificó por todos, la posibilidad de los sacerdotes casarse porque los Apóstoles eran casados, el repudio a las reliquias e indulgencias que convierten a la Iglesia en comerciantes y la inexistencia del Purgatorio.

El libro comienza narrando como el barco Hamburg tiene doble matrícula, una en Alemania y otra de Venecia para introducir de contrabando libros y folletos protestantes en España y otros países católicos. Incluyo cita sobre como la Inquisición quemaba libros:

En el año treinta (1530), diez grandes cubas llegaron al puerto de Valencia (con Biblias de Lutero). La Inquisición montó un verdadero auto de fe. Los capitanes de las galeazas fueron apresados y en la plaza ardieron cientos de libros en una pira gigantesca, entre el griterío y entusiasmo del pueblo analfabeto.

La afición a la lectura ha llegado a ser tan sospechosa que el analfabetismo se hace deseable y honroso.

Miguel Delibes, El hereje p 90-91

A pesar de tanta teoría religiosa y vocabulario de Domingo que tenía que buscar en el diccionario, me encantó este libro. Fue fascinante presenciar como evoluciona Valladolid en menos de un siglo. Me enamoré de esa vida bucólica de criar y trasquilar ovejas, sembrar cereales, plantar viñedos y las fiestas de vendimia. Las descripciones eran tan vívidas que yo sentía que estaba allí en ese campo.

El hereje nos deja claro que Lutero fue muy astuto en utilizar la imprenta a su favor. Sus libros, tratados y panfletos tuvieron gran circulación y poder de convicción. La imprenta fue la mano derecha del protestantismo, permitiendo a la Reforma llegar a los rincones más recónditos. Incluso el Sultán Soleimán enviaba dinero a Alemania para imprimir material protestante y fastidiar a sus enemigos, el Papa y Carlos V. Pensando en términos modernos, la imprenta hizo las veces de redes sociales para Lutero y le sirvió para conquistar el mundo.

El libro de Pablo Crespo titulado Inquisición e imaginario vol I habla del Santo Oficio y su propósito.

Entre los mecanismos de tortura más recurrentes figuran el potro, el garrote, el tormento con agua y cordeles y la garrucha… Las sanciones más frecuentes fueron la confiscación de bienes, la abjuración, el habito penitencial, las multas, los azotes, el destierro, cárcel perpetua, la condena a galeras…

Durante el barroco se otorgó tremenda importancia al aspecto visual. Los reos salían de la cárcel en procesión, vistiendo los sambenitos y capirotes, seguidos de los familiares del Santo Oficio.

Pablo Crespo, Inquisición e imaginario vol I, p 37 y 38

Todo lo que describe Crespo lo encontramos en la novela. El Santo Oficio aparece como el mayor villano. Cipriano y los demás 21 miembros del conventículo serán apresados, interrogados, torturados con el potro y la garrucha, despojados de sus bienes y algunos quemados en la hoguera. Entre ellos se encuentran monjas, frailes dominicos, curas, abogados, miembros de la nobleza, relojeros, comerciantes, criados y hasta una mujer ya difunta que exhuman y queman con todo y ataud…

El auto de fe es todo un circo romano completo con violencia y morbosidad del público enardecido que les arroja basura e injurios por todo el camino al cadalso. Las descripciones son dantescas y atroces. Algunos de los condenados pierden la cordura, otros van gimoteando, predicando, suplicando y gritando. Uno incluso trepa el palo como un mono para escapar de las llamas, acción que provoca risas y aplausos en el populacho. Quemar al prójimo se convierte en toda una fiesta pueblerina;

El gran broche final se aproximaba. Damas y mujeres del pueblo, hombres con niños de pocos años al hombro, cabalgaduras y hasta carruajes tomaban posiciones… Otros se habían estacionado…y defendían sus puestos con uñas y dientes. El humo de freír churros y buñuelos se difundía por el quemadero…El último número estaba a punto de comenzar: la quema de los herejes, sus contorsiones… sus alaridos al sentir el fuego sobre la piel.

Miguel Delibes, El hereje p 470-471

Concuerdo con Pablo Crespo cuando dice que “El Santo Oficio fue una herramienta política utilizada por los Reyes Católicos y sus sucesores para mantener el control social en su imperio.”(p. 72) En otras palabras, ser católico era ser español; ser judío, musulmán o luterano no era cosa de españoles. Interesantísimo recalcar que todo era una hipocresía, pues cuando visité El Escorial entré a la Biblioteca secreta de Felipe II donde rescataba los libros de la hoguera y los guardaba clandestinamente para tiempos mejores. Me encantó saber que secretamente Felipe II era un intelectual y amante de los libros, aunque sea él quien preside el auto de fe en El hereje.

Si te gusta aprender historia y conocer personajes bien logrados te recomiendo El hereje de todo corazón. Les deseo siempre felices e impactantes lecturas.

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2 Comments

  1. El hereje cayó en mis manos el mes pasado, durante un periodo de mi vida tan imprevisto como indeseado. Lo leí muy rápido, no tenía mucho más qué hacer que no fuese leer y esperar el paso del tiempo.
    Me declaró un amante de la novela histórica y, El hereje, aunque no es lo que más me ha gustado dentro del género, la leí con placer.
    Coincido con la reseña en cuanto a lo de las descripciones del paronama bucólico. Uno casi puede percibir ciertos olores mediante la narración. Sin dudas, una lectura que recomendaría a cualquier entusiasta de la Novela Histórica.

    1. Bienvenido Rubén! Gracias por compartir tu opinión con nosotros. Pienso que Delibes era un gran escritor pues redactar El hereje no puede haber sido fácil y hacerlo sin juzgar o manipular al lector es aún más difícil. Es una Joya esta novela.

¿Qué te parece? Estás de acuerdo, nada que ver, etc.