El coche número 13 de Xavier de Montepin

Hoy voy a alejarme un poco de el tipo de libros del que generalmente hablo. Así que no esperen una oda interminable a la perfección de algún hombre de una novelita rosa.

Hoy voy a hablar de uno de mis libros favoritos. Mi segundo libro favorito de todos los tiempos para ser más exactos: El coche número 13 de Xavier de Montepin. El primero es El conde de Montecristo de Alejandro Dumas.

Vamos a ponernos en el contexto. Xavier Henri Aymon Perrin, Conde de Montepin, nació en Apremont, Francia, el 10 de marzo de 1823 y murió en París el 30 de abril de 1902.

Escribió muchos libros, entre ellos, El coche número 13 (Le Fiacre no 13) en 1880.

Yo leí por primera vez este libro cuando estaba en séptimo. En aquel tiempo, mi BFF y partner de lectura, Ani, me lo prestó y quedé por completo impresionada con la trama y enamorada con los personajes.

Como el libro está out of print, me tomó años conseguirlo. Finalmente, hace unos ocho o nueve años conseguí una copia usada, que ha pasado a ser uno de mis grandes tesoros.

Ahora, vamos a la trama.

En 1837, Segismundo, Duque de la Tour Vandieu, se enamora de la dulce e inocente Ester Dereiux.

Lo que Segismundo desconoce es que al mismo tiempo, su hermano menor, Jorge, Marques de la Tour Vandieu, y su amante, Claudia Varni, están tramando un plan para que Segismundo desaparezca y que Jorge pueda heredar el título de su hermano y la fortuna familiar.

Los amantes no contaban con que, producto de un momento de pasión entre los jóvenes enamorados, Ester quedó embarazada, lo que complicó su plan, ya que Segismundo estaba decidido a hacerla su esposa, aún en contra de los deseos de su madre.

Sin embargo, con ayuda de la casualidad y del terrible ingenio de Claudia, los amantes consiguen que Ester (convertida en secreto en Duquesa de la Tour Vandieu) se vuelva loca, que Segismundo muera en un duelo y que el niño desaparezca.

El hijo de Segismundo, verdadero Duque de la Tour Vandieu y heredero de la gran fortuna, al volverse loca su madre había quedado bajo los cuidados del doctor Leroyer, médico de Brunnoy que atendió el parto.

La misma noche en que Segismundo perdía la vida en un duelo arreglado por Claudia, los amantes habían planeado también el asesinato del médico y del niño, valiéndose de un granujilla a quien ofrecieron una buena cantidad para matarlos a ambos.

Pero otra cosa que no previeron Jorge y Claudia era que su cómplice, Juan Jueves, quien no tuvo ningún reparo en asesinar al doctor Leroyer, tendría suficiente conciencia para no poder matar al niño. Justamente lo llevaba al Hospicio de los Expósitos cuando empezó a hacer efecto el veneno que Claudia había puesto en su vino para deshacerse de cualquier testigo.

Una terrible casualidad, llevó al puente de Neully a Pablo Leroyer, sobrino del médico, unos minutos después de que se cometiera el crimen.

Las circunstancias lo acusaron y fue condenado. Este inocente murió en el cadalso, expiando la culpa de un crímen cometido por Claudia Varni, Jorge de la Tour Vandieu y Juan Jueves.

Veinte años después, el pasado parece salirle al encuentro a Jorge, ahora Duque de la Tour Vandieu. Su antigua amante regresa a Francia con exigencias a las que cree tener derecho a razón de la complicidad que en un tiempo compartieron.

Al mismo tiempo, Renato Moulin, un antiguo aprendiz de Pablo Leroyer, quien nunca dudó de su inocencia, regresa también a Francia dispuesto a encontrar a la familia del mártir y a probar su inocencia.

La misma casualidad que hace veinte años se empeñó en proteger a los asesinos, esta vez se pone del lado de los vengadores. Renato y Berta Leroyer (hija y única sobreviviente del ajusticiado) poco a poco van encontrando las pruebas necesarias para limpiar el nombre de Pablo Leroyer.

Deben estar preguntándose qué tiene que ver el coche número 13 en todo esto. Pues eso es lo genial, Pedro Loriot y su coche número 13 parecen estar siempre en el medio de la acción y son una pieza importante para armar el complicado rompecabezas que nos presenta Xavier de Montepin.

Renato es definitivamente uno de mis personajes favoritos, seguido de cerca por Esteban Loriot (sobrino de Pedro Loriot y enamorado de Berta) y por Enrique, Marques de la Tour Vandieu (hijo adoptivo de Jorge y el abogado que se encargará del caso de reabilitación de Pablo Leroyer).

Lo genial de este libro es la manera en que todos los personajes están relacionados unos con otros, y la manera en que unos y otros van poco a poco descubriendo y explotando estas relaciones ya sea para ocultar o esclarecer el crimen del puente de Neully.

Y de toda la historia lo más irónico es la suerte que ha corrido el hijo de Segismundo y Ester.