Lo otro que me molestó de él en estas páginas fue el hecho de que, por un lado, no sentía ningún interés por las mujeres de su harem (sí, leyeron bien, el tipo tiene un harem) básicamente porque eran Vamps (hello! ¡El también es un vampiro! Qué hombre más petulante), y por el otro, no estaba dispuesto a involucrarse con una mortal debido a pasadas experiencias desagradables. Aparentemente una ex-novia trató de clavarle una estaca en el corazón. Definitivamente la definición de “amores que matan”.
Lo único que me impulsó a seguir leyendo fue el hecho de que yo ya había leído dos libros de esta serie y sabía que en realidad Roman no era un completo idiota. Tengo que reconocer que mi determinación valió la pena.
Ciertamente, en el transcurso del libro, Roman, con su mirada dorada, se te mete debajo de la piel. Y realmente habría sido una pena no haber conocido un poco mejor a Gregory (uno de mis personajes favoritos), Ian (cuando todavía se veía como un nene de 15 años), Laszlo (¿qué hace él con los botones de sus batas de laboratorio? ¿Comprará batas nuevas cada vez que las deja sin botones o tendrá alguien que se los cosa? Es que no me imagino a un vampiro cosiendo botones; ni siquiera a uno tan metódico como Laszlo), Phil (mi adorado Phil). Incluso Shanna, quien me parece uno de los personajes más interesantes de la serie.
Fue interesante también empezar a conocer al Stake-Out team de la CIA. El equipo de vampire slayers está dirigido nada más y nada menos que por el papá de Shanna. Así que la cosa se pone intensa cuando Sean se entera que su hija (su primogénita y la única que heredó sus poderes psíquicos) está enamorada de un vampiro, cuando él está empeñado en exterminarlos a todos. Bueno, no sólo está empeñado… Hello! le pagan por eso.
El Stake-Out team está compuesto por un número muy reducido de agentes (en este libro son sólo cuatro) porque sólo reclutan a personas que tienen poderes psíquicos, ya sea de telepatía, telequinesis, o que tengan la habilidad de bloquear los intentos de los vampiros de leerles la mente o modificar sus recuerdos. Algo me dice que ese equipo sufrirá algunas pérdidas en el transcurso de la serie.
La historia empieza con una de esas situaciones absurdas que se le dan tan bien a la autora: un vampiro pierde un colmillo y necesita un dentista. El problema es que la única dentista que encuentra, se desmaya de sólo ver sangre. La cosa se pone interesante cuando la dentista resulta ser una testigo en un caso contra la mafia y la número uno en la lista de víctimas de un hitman que es nada más y nada menos que uno de los líderes de los Malcontent.
Como comentario al margen, debo decir que me da un poco de pena con las mujeres del harem de Roman. Es cierto que más de una es extremadamente difícil, pero por un lado, Roman nunca les prestó mucha atención que digamos y por el otro, cuando aparece Shanna, él se deshace de ellas. Las manda con todos sus bártulos a vivir con Gregory.
El próximo libro de la serie es Vamps and the City.
Puedes ver el orden de lectura de la serie aquí.
Nuestro Rincón de Lectura 
Este libro es el que comienza la serie de Kerrelyn Sparks.
Es la historia de Roman, pero a su vez una buena introdución al mundo de los vampiros buenos y los Malcontent, que son los vampiros malos. De una vez conocemos a nuestros vampiros y nuestros humanos que formaran parte de esta serie.
Al principio de esta historia la actitud de Roman, me aburria pero poco a poco se fue poniendo un poco interesante la historia. La mujer que le roba el corazon a Roman y ayuda a que este cambie su perspectiva de vida es Shanna. Las situaciones que la autora les crea en su momento son jocosas y en otros cheesy.
Pero son buena para pasar un rato chevere y ver como este nuevo mundo de vampiros se desarolla.