Si mayo es el mes de las madres, junio es el mes de los padres. En mis clases de portugués tuve que hacer un trabajo sobre mi padre y decidí compartirlo con ustedes en español. Con mucho cariño aquí les va a los padres y también a aquellos que han perdido a sus padres:
A mi padre le encantaba reir, hacer chistes y jugar.
Cuando joven no creía ni en iglesias ni sermones.
Cuando maduró buscaba las iglesias y los sermones, más nunca olvidó reir ni dejó de hacer chistes.
Mi padre me enseñó a amar el mar y las bellezas marinas.
A disfrutar de la playa y los silencios acuáticos de peces y arrecifes.
Con él aprendí a gozar bailando en las fiestas de familia.
Siempre me daba vueltas por la pista aunque tuviera que treparme en sus zapatos…
Mi padre me enseñó a pensar y resolver mis problemas yo sola.
Me enseñó a ser independiente y gozar la vida.
Aunque le gustaba reir, también lloraba si era necesario y no le importaba si alguien lo veía…
Era matemático, poeta, filósofo, payaso, abogado, padre, abuelo, buen hijo, mujeriego, testarudo, machista, sabio, humilde, contador de cuentos y galanteador. Siempre confió en mis palabras e ideas. Discutíamos mucho, pero siempre escuchó todo lo que yo decía y me hacia sentir importante.
Ya se cumplen casi diez años de su muerte a causa de cáncer y todavía lo recuerdo con amor y una sonrisa en el corazón…
En las sabias palabras de mi hermano, gracias Papi por lo bueno y lo malo también.
Gracias Papi por todo lo vivido… Yo sé que en el cielo, volveremos a bailar…
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