las Negras de Yolanda Arroyo Pizarro

10253846_10203493688804550_5470146252508306198_nPrimero que nada agradezco a Yolanda Arroyo Pizarro por enviarnos esa maravillosa caja de libros. Al igual que la Caja de Pandora, leer estos libros puede desatar calamidades, enfermedades, tristeza pero al final está la esperanza…

Me encantó las Negras. Lo leí en un día, ¿cómo que lo leí??? me lo devoré mejor dicho…

Me pregunto cómo sabías Yolanda que el racismo y la negritud son algunos de mis temas favoritos… Es curioso notar que dedicas el libro a ” mis bravías antecesoras…” y una de ellas es precisamente Carmen Colón Pellot, autora de Ámbar mulato, primer libro de la teoría del verso mulato en Puerto Rico, publicado en 1938 y tema de mi tesis de maestría. Resulta que tuve el privilegio de conocerla y compartir con ella toda una tarde en charla y admiración/devoción, momento en que ella pensaba que estaba olvidada. Ambas nos emocionamos hasta las lágrimas. Ya empezaste bien conmigo Yolanda…

10153059_10203493687244511_6128440211487551600_nAl leer este libro tan hermoso, pensé que estaba viendo una película en vivo y a todo color de uno de los capítulos más negros de la historia de la humanidad: la institucionalización de la violencia sostenida en contra del ser humano negro por el ser humano blanco que construyó todo un nuevo mundo y revitalizó el viejo mundo a cuestas de las espaldas, sudor y sangre de los negros y negras esclavizados. ¡Incluso negros,  mulatos e indios americanos tenían esclavos!

Para mi la belleza de este libro es que a diferencia del negro de 10154483_10203493688124533_6803204796563658505_nPalés que resulta ajeno y exótico, una caricatura de sí mismo, las negras de Yolanda son reales, vivas y palpables. La escritora logra escribir desde adentro, desde la misma piel de su sujeto, desde su yo milenario, porque al fin y al cabo estas negras somos Todas las mujeres del Caribe. Porque Todas, no importa el pelo lacio o la tez más clara que la negra de antaño, descendemos de estas pioneras, amazonas, heroínas y víctimas de un sistema de violencia injusto y cruel por demás que trató al ser humano como objeto, propiedad y animal de carga para romperse el lomo echando pa’ alante las empresas del amo sin ver ni un fruto de lo que cosecharon…

El propósito de Yolanda es recontar la historia de la esclavitud desde el punto de vista de las esclavas, de sus vidas, sus anhelos, su persona que no pudo ser borrada a pesar del maltrato, el hambre y la crueldad que incluyó la negación de su propio ser, pues hasta el nombre les cambiaban. Y lo logras Yolanda, porque aquí quedan plasmadas las recién llegadas con Wanwe y sus recuerdos de cuándo era libre en Africa; las comadronas en el relato de Ndizi la partera que entrena a las otras comadronas para dejar morir a los negritos que traen al mundo para que no nazcan esclavos; y Tshanwe la cimarrona que rehusa aceptar que la llamen Teresa y se convierte en saeta vengadora para terminar su condena huyendo al monte con el arma del amo.

Como lectores vivimos en carne propia las violaciones, el abuso, las golpizas, la crudeza realista de una negra realidad que no se barniza ni se suaviza a través de la narración en boca de nuestras protagonistas. Son ellas quienes cuentan su propia historia y el por qué de sus decisiones tanto heroícas como terribles…

La negra que se tira al agua para escapar de sus captores pero es “rescatada”, o sea le arrancan los anillos de la nariz, le dan puños, es abusada y golpeada sin piedad frente a las otras para servir de ejemplo, puntualiza por qué era tan difícil escapar de estas capturas en las aldeas africanas. En vista de violaciones, golpizas, falta de ropa, de comida, de agua nos queda claro por qué las negras concluyeron que era mejor que sus hijos nacieran muertos. Las taínas también lo hicieron tomando hierbas para provocar el aborto o suicidándose en masa para evitar vivir esa realidad esclava tan terrible que les rodeaba.

La huida de Saeta es un atisbo de esperanza, la posibilidad de construir una cultura diferente con aliento de vida libre, lejos de la civilización que oprimía y negaba todo lo que fuera negro y esclavo.

Mi bisabuela Senda fue comadrona en los campos de Villalba y en mi sangre surgió un grito milenario, una conección innegable a través de los siglos al leer estos relatos que decía sordamente NUNCA MáS…

Has logrado Yolanda reproducir el carácter indómito, invisible, silencioso pero indomable de las Negras que forjaron los cimientos del pueblo puertorriqueño. Termino con tus sabias palabras al principio del libro:

A los historiadores, por habernos dejado fuera.

Aquí estamos de nuevo..

cuerpo presente, color vigente,

declinándonos a ser invisibles…

rehusándonos a ser borradas.

Por fin un libro real de la contra cultura que surgió y luchó contra la cultura de la plantación que todo lo oprimió, negó y trató de borrar pero no lo logró…

(puedes ver el tema negrista en la poesía dominicana aquí, en Haití La isla bajo el mar y la esclavitud en Sudáfrica con Philida )

tristezaClasifico este libro como triste por la cruda realidad de la esclavitud.

íGracias Yolanda por devolverle la voz a nuestras Negras y por ende a nosotras mismas!

Virgenes negras – #artevegetalyorgánico Lizette Martínez
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18 Comments

  1. Te he nominado al premio Liebster. Pásate por mi blog (lilit-daydreamer.blogspot.com) para ver en qué consiste la nominación.
    Enhorabuena por el blog y un saludo 🙂

¿Qué te parece? Estás de acuerdo, nada que ver, etc.